Educación transformadora
La Escuela Primaria Federal Valentín Gómez Farías, ubicada en la cabecera municipal de Teopisca, Chiapas, es diferente de todas las demás. Aquí, además de aprender matemáticas y español, las y los alumnos adquieren hábitos saludables enfocados al lavado de manos y al consumo de agua segura. Y por si fuera poco, en esta escuela lograron eliminar el uso de platos y vasos desechables. Al compartir estas lecciones con su familia, niñas y niños les han inspirado para la adopción de hábitos saludables en sus hogares.
Durante este nuevo ciclo escolar (2019-2020), el Comité de Ambientes Escolares Saludables será renovado, niñas y niños de distintos grados compartirán la importante labor de promover mejoras en el suministro de agua, saneamiento e higiene en su escuela. Con la asesoría del personal docente y el equipo de Cántaro Azul, su primera tarea será impartir un taller sobre el funcionamiento del sistema de desinfección de agua y la promoción de hábitos saludables a 10 padres y madres, que se han integrado de manera voluntaria al proyecto.
La participación de quienes conforman la comunidad escolar, estudiantes, docentes y padres y madres de familia, ha sido crucial en la transformación de esta escuela. Juntos han desarrollado e implementado campañas de recolección de basura y de lavado de manos, obteniendo excelentes resultados.
“Ahora tenemos hasta tres garrafones.”
- Luis Maldonado
Director
Luis Manolo Montes, Director de la Escuela, comparte que otro de los beneficios obtenidos en la implementación del programa Agua Segura en Escuelas, es que han dejado de gastar dinero para adquirir garrafones. Anteriormente, las familias destinaban una cuota semanal para comprar un garrafón de 20 litros para cada salón. En ocasiones alcanzaba para que cada estudiante pudieran beber tan sólo una taza de agua al día.
Karla, integrante de Comité, está contenta de haber sido seleccionada para operar el sistema de agua segura en el módulo. Así como ella, las y los otros integrantes serán responsables de operar el sistema de desinfección, rellenar los garrafones y distribuirlos a los 23 puntos de acceso a agua segura y las dos aulas para educación especial.
“Me gusta que ya no se está comprando agua, ahora tenemos el módulo de garrafones para que nosotros nos involucremos en el proceso de lavado y rellenado. Llenar garrafones es un proceso muy divertido”
Karla “N”
El siguiente año, quieren instalar una cisterna de 23 mil litros que les asegure el abastecimiento de agua para hacer frente a la próxima temporada de sequía. La última temporada de seca, tuvieron que suspender clases ante la falta de agua y de condiciones para mantener la higiene en los baños.