La población de la región Altos Tseltal-Tsotsil de Chiapas vive una situación de marginación histórica y estructural, acentuada por el hecho de vivir en localidades rurales dispersas, con escaso acceso a servicios básicos como agua potable y saneamiento. Esto ha provocado un grave problema de salud pública, siendo la calidad del agua y la falta de higiene las principales causas de enfermedades gastrointestinales y de malnutrición.

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Esta situación de inequidad refuerza la ampliación de brechas de marginación, ya que afecta particularmente a los sectores más vulnerables: la población indígena, la población infantil y la población femenina; siendo las mujeres y niñas las que desempeñan un rol clave en el aprovisionamiento, la gestión y la protección del agua, y son las primeras afectadas por la falta de acceso a servicios de agua y saneamiento seguros.

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Frente a esta situación, los programas públicos se han enfocado en construir infraestructura física poco apropiada, lo cual, en un contexto de inequidad, corrupción y políticas asistencialistas, no se ha traducido en servicios funcionales y sostenibles, ni en beneficios públicos (como el mejoramiento de la salud). 

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A la par, el marco normativo e institucional a nivel federal, estatal y local, no corresponde a la realidad de las comunidades rurales, en las cuales los servicios de agua y saneamiento están provistos en gran parte por organizaciones comunitarias, para compensar las fallas o cubrir los vacíos dejados por el Estado. La falta de reconocimiento y visibilización de estas organizaciones, aunada a la falta de capacidades técnicas, financieras y organizativas de las y los gestores comunitarios, limitan la calidad, cobertura y continuidad de sus servicios.

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Para abordar esta compleja problemática, en 2013 creamos el Programa NuestrAgua Gestión Comunitaria, el cual, a través de la implementación de soluciones apropiadas en agua y saneamiento, la implementación de estrategias de cambio de hábitos en las comunidades, el fortalecimiento de las capacidades y la asociatividad de los comités comunitarios de agua, y la creación de estructuras de corresponsabilidad público-comunitarias para la prestación de servicios; aspira a contribuir a garantizar el Derecho Humano al Agua y al Saneamiento en las regiones rurales de Chiapas, y de México.