Guardianas del agua
Mujeres Brigadistas, guardianas del Agua.
Localidad: Nueva Esperanza, Berriozábal, Chiapas.
Desde siempre y en diversas culturas las mujeres y el agua se han considerado símbolos de vida y abundancia. Esta estrecha relación va más allá de lo simbólico, puesto que son las mujeres quienes se encargan de recoger, almacenar, administrar y disponer del agua para resolver las necesidades cotidianas del hogar, los huertos, los animales y por supuesto la familia.
Estas son las mujeres y madres de la comunidad Nueva Esperanza, Chiapas, brigadistas que buscan impulsar la gestión integral y sostenible del agua en su comunidad.
“Nuestra labor como brigadista principalmente es cuidar la calidad del agua. Además hemos aprendido sobre el derecho al agua e higiene.”
- Cristina “M”, 18 años
Cristina, Karina y Guadalupe son las primeras mujeres brigadistas en su localidad que participan en la estructura comunitaria que decide sobre la gestión del sistema de agua, al inicio lo hacía en menor proporción que los hombres, ocupando en general, posiciones subalternas y/o de escaso poder de decisión. Sin embargo, su labor ha sido de tal importancia que hoy son una parte fundamental para la resolución de conflictos.
Cristina, una de las brigadistas comenta que la importancia de su participación se vió reflejada en la resolución de un conflicto con la comunidad vecina, debido al desabasto suficiente y equitativo entre ambas comunidades que compartía la fuente de agua. Fue gracias a su intervención, que ambas comunidades lograron llegar a los acuerdos y arreglos pertinentes para que la comunidad Nueva Esperanza gestionará los recursos para mejorar su infraestructura de abastecimiento.
“Ahora a las mujeres nos toman en cuenta. Antes era sólo la voz de los hombres, hoy nos llaman los comités de agua para buscar soluciones juntos.”
- Cristina “M”, 18 años
Otra de las acciones que han impulsado, es la instalación de botes de basura en sus colonias, con el objetivo primordial de que la comunidad deje de contaminar la fuente de agua, así como brigadas de limpieza y la separación de los residuos que se generan.
“Antes pasábamos mucho tiempo en nuestras casas, ahora nos organizamos, hemos recibido bastante capacitación sobre la exigibilidad para el cumplimiento al derecho humano al agua y saneamiento, participación política de las mujeres, la importancia de la limpieza en nuestra colonia y el cuidado del medio ambiente” reconoce María Guadalupe una de las brigadistas.
Así como Guadalupe, otras 145 mujeres brigadistas provenientes de 36 comunidades del municipio de Berriozábal, participan en el proyecto liderado por Cántaro Azul y el H. Ayuntamiento, el cual tiene como objetivo consolidar un grupo de promotoras socio-ambientales para que trabajen de manera paralela y conjunta a los comités de agua de las localidades rurales de las que forman parte, para que a través de la sensibilización y contraloría comunitaria se logre una gestión integral y sostenible del agua.
Lograr que las mujeres se organicen, propongan y tomen decisiones requiere de fortalecer sus liderazgos y que las tareas de cuidados sean compartidas para poder contar con el tiempo de asumir nuevas tareas de representación y formación.
