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Comunicado a partir del asesinato del asesinato de Marco Antonio Suástegui Muñoz



Con enorme tristeza e indignación, en Cántaro Azul alzamos la voz para denunciar el asesinato de Marco Antonio Suástegui Muñoz, histórico vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (CECOP).


Sabiendo que su vida corría peligro, había solicitado sin éxito la protección del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas (Mecanismo Federal), lo que hoy revela la ineficacia de las instituciones encargadas de cuidarlas.


Durante más de un cuarto de siglo Marco Antonio defendió el río Papagayo y los territorios de Cacahuatepec frente a la imposición de la presa La Parota. Enfrentó amenazas, denuncias fabricadas, la quema de su equipo de trabajo e incluso la desaparición de su hermano, sin claudicar en su convicción de que el agua y la tierra son patrimonio de los pueblos y no mercancías para proyectos que destruyen ecosistemas y fracturan comunidades.


Su asesinato se suma a la dolorosa lista de ataques contra quienes cuidan nuestros bienes comunes y pone en evidencia la deuda del Estado mexicano con la vida y la dignidad de quienes defienden los derechos humanos y ambientales.

Desde nuestra experiencia de más de 18 años acompañando la construcción del derecho humano al agua y al saneamiento, afirmamos que no hay desarrollo legítimo cuando se funda en el despojo y la violencia. Por ello urgimos a las autoridades federales y estatales a detener definitivamente megaproyectos como La Parota, cuya promesa de “progreso” sólo ha traído hostigamiento y muerte y la destrucción de ecosistemas.


Del mismo modo, recordamos que el Artículo 9 del Acuerdo de Escazú obliga al Estado a garantizar “un entorno seguro y propicio” para las personas defensoras, a investigar y sancionar toda amenaza contra ellas y a poner en marcha medidas eficaces de prevención y protección. El incumplimiento de este pacto regional es inaceptable.

Exigimos, además, una investigación exhaustiva, independiente y con enfoque de macro-criminalidad que identifique y procese a los autores materiales, intelectuales y sistémicos, así como a las y los funcionarios cuya omisión permitió que las agresiones se acumularan hasta desembocar en el asesinato.


La verdad y la justicia no pueden seguir siendo postergadas: romper el ciclo de impunidad es la única forma de honrar la memoria de Marco Antonio y de evitar que otros y otras defensoras sean asesinadas.


Nos solidarizamos con la familia Suástegui Muñoz, con las comunidades del río Papagayo y con todas las personas que, día a día, resisten para que el agua siga siendo fuente de vida y no de violencia.


En Cántaro Azul reafirmamos nuestro compromiso: mientras haya quienes defiendan los ríos, habrá esperanza; mientras haya impunidad, seguiremos exigiendo justicia.

Invitamos a organizaciones hermanas, medios de comunicación y sociedad en general a sumarse a este llamado y a vigilar que las autoridades cumplan con su deber.


Ni el miedo ni las balas detendrán la defensa del territorio:

¡justicia para Marco Antonio Suástegui Muñoz y para los pueblos del Papagayo!



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