Quiero expresar brevemente sobre lo que significó y significa mi colaboración hoy día en el programa Agua Segura en Escuelas, la cual inició de una manera que no me esperaba, es decir, no sabía lo que realmente estaba por ocurrir en mi formación personal y profesional pues mi experiencia tenía que ver con un enfoque más comunitario, más de comprender las dinámicas que se viven en las comunidades en el tema de acceso a agua, y de cómo las personas encargadas se organizan para resolver esta problemática.
Entonces fue que conocí más de cerca el programa Agua Segura en Escuelas a principios del año 2019, aclarando que ignoraba totalmente el proceso metodológico. Pasé por un proceso de inducción intensivo de los componentes y temas que se abordan en los talleres a niños y niñas (NNA), mamás y papás (MaPas) y docentes, así como de sesiones teóricas y prácticas donde se modelaban las cartas descriptivas de jornadas escolares, conformación de Comités de Ambientes Escolares Saludables (CAES), feria de lavado correcto de manos, lavado y uso de botellas Cántaro, uso adecuado de sanitarios ecológicos secos (SES) o de arrastre, con las personas que ya venían colaborando en el programa.
Durante las primeras sesiones me sentía un poco raro pues no estaba familiarizado con los temas y empezaba a notar que si algo caracterizaba al programa de escuelas es su dinamismo y fluidez; sentía que no estaba encajando bien por mi personalidad puesto que la mayoría de las actividades iban orientados primordialmente a tratar con niños y niñas, sobre sus derechos, en generar ambientes saludables, prevenir enfermedades diarreicas, promover el consumo de agua segura, higiene y saneamiento, entre otros.
En mi proceso de formación fue necesario interiorizar de manera personal sobre las oportunidades que me estaba representando el colaborar directamente con las escuelas desde mis roles de gestor y facilitador de procesos sociales, primero, sobre lo que podía aportar desde mi experiencia, pero sobre todo lo que representaba en términos de aprendizaje.
En el ir y venir de las escuelas después de facilitar algún taller con NNA me generaba diferentes sensaciones y pensamientos muy positivos que alimentaron fuertemente el deseo de continuar, así como el ir descubriendo otra faceta de mí que no había explorado. Mucho han tenido que ver las personas que forman parte del programa pues de ellas recibí buena retroalimentación y motivación que fortalecieron mi quehacer escolar, a tod@s mis agradecimientos totales.
A más de un año de mi colaboración en el programa quiero expresar en lo personal y profesional que ha sido muy gratificante y satisfactorio ya que me permitieron desarrollarme en el ámbito escolar, así como la de conocer a grandes personas.
Seguramente queda mucho por aprender, mucho por mejorar, mucho que aportar, mucho que descubrir, mucha historia por escribir.