Del 11 al 13 de febrero del 2025, un equipo multidisciplinario, conformado por representantes del Organismo Municipal de Servicios Comunitarios de Agua y Saneamiento (OMSCAS) del municipio de Berriozábal, gestores comunitarios de San Isidro del mismo municipio; y colaboradores de Cántaro Azul; visitamos los estados de Guerrero y Michoacán con la finalidad de llevar a cabo dos intercambios de experiencias sobre los temas de agua y saneamiento.
En el municipio de Taxco de Alarcón del estado de Guerrero, se tuvo la oportunidad de conocer el proyecto de MiAgua SaMic, en donde se sostuvo un intercambio de experiencias con representantes de BORDA Las Américas, representantes de la Unidad de Gestión del Proyecto (UGP) y representantes de 11 comunidades de la microcuenca del río San Juan, donde se han implementado los trabajos.
En la sesión de intercambio se debatieron temas como: la gestión de recursos, la operación y el mantenimiento de los sistemas de saneamiento, y los componentes tanto económicos, como sociales y técnicos necesarios para el sostenimiento de éstos sistemas. Asimismo, los representantes de OMSCAS, Cántaro Azul y la comunidad de San Isidro compartieron su experiencia en el proceso de conformación, operación y sostenibilidad del OMSCAS del municipio de Berriozábal, como un modelo encaminado a reconocer y fortalecer la gestión comunitaria del agua y saneamiento en el estado.
Como parte de las acciones de aprendizaje, se realizaron visitas a los sistemas descentralizados de saneamiento que el proyecto MiAgua SaMic, ha implementado en las comunidades de Hueymatla y Juliantla, con la finalidad de conocer y entender mejor su funcionamiento, para evaluar la factibilidad de su implementación o adecuación para localidades de los municipios donde Cántaro Azul, mantiene actividades, así como, para implementar un primer modelo en la comunidad de San Isidro de Berriozábal, Chiapas.
Continuando con el recorrido de aprendizaje, se tuvo la oportunidad de visitar la comunidad de San Jerónimo Purenchecuaro del municipio de Quiroga en el estado de Michoacán, donde fuimos atendidos por representantes tanto del comité de agua de la comunidad, como por los responsables del diseño, implementación, operación y mantenimiento del proyecto de humedales artificiales como una alternativa de solución para el tratamiento de las aguas residuales de la comunidad.

Durante la visita guiada, se llevó a cabo una presentación e intercambio de experiencias sobre la gestión, necesidades y retos para poder desarrollar un proyecto como lo es un humedal artificial, destacándose que, el principal reto a combatir, es el económico, ya que, son una alternativa muy eficiente, pero que requiere una fuerte inversión de entrada, misma que se compensa con el tiempo y durabilidad del sistema, lo que la vuelve muy rentable a largo plazo.
Asimismo, se destacó que, la participación de la comunidad es fundamental, pues éste proyecto nace de la inquietud de tratar las aguas residuales que descargaban en el lago de Pátzcuaro; y que, actualmente con ayuda de estos sistemas, están logrando tratar cerca del 80% de las aguas negras que la comunidad genera, con lo cual, han dejado de verter sus desechos al lago, y, por el contrario, le están devolviendo el agua más limpia.
Durante ésta visita, tanto el comité del agua de San Jerónimo como el de San Isidro, intercambiaron muchas experiencias en relación a la gestión integral del agua y su saneamiento, encontrando similitudes que, generan un panorama positivo para el desarrollo y adaptación de éste tipo de tecnologías más amigables con el medio ambiente para las comunidades de Berriozábal, y demás municipios de Chiapas, donde Cántaro Azul mantiene actividades de gestión comunitaria.
El reto es grande pero no imposible, ya que, el saneamiento es parte fundamental para cerrar el ciclo de la gestión integral del agua, y es por eso que, este tipo de intercambios de experiencias con grupos que han logrado llevar a cabo la implementación de un proyecto y que están generando resultados positivos, es fundamental para el desarrollo de nuestras propias experiencias y tecnologías, mismas que nos permitirán impulsar comunidades donde la gestión comunitaria logre implementar sistemas integrales sostenibles de agua, lo cual será un beneficio para el ecosistema y las futuras generaciones.
