La participación de las mujeres en la gestión comunitaria del agua en Bach’en, Chenalhó
- Victorio Jiménez Gómez
- 8 abr
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 10 abr

Acerca de la participación de la mujer
La participación de la mujer en comunidades originarias varía ampliamente dependiendo de la cultura y la ubicación geográfica de cada comunidad. Sin embargo, hay desafíos comunes que se pueden identificar como son los roles tradicionales: cuidado de la familia y la comunidad, transmisión de la lengua materna, confección de ropa y artesanías, transmisión de la cultura hacia las nuevas generaciones.
Desafíos y barreras que enfrenta una mujer en la comunidad rural
A pesar de su importancia en la comunidad, las mujeres en estos contextos, enfrentan varios desafíos y barreras, como:
Exclusión: las mujeres en las comunidades pueden ser excluidas de la toma de decisiones y de la participación en la vida política y económica de la comunidad.
Violencia: las mujeres originarias pueden ser víctimas de algún tipo de violencia, tanto dentro como fuera de la comunidad.
Falta de acceso a la educación: las mujeres indígenas pueden tener dificultades para acceder a la educación, lo que limita sus oportunidades y su calidad de vida.
Roles de género: las mujeres indígenas pueden ser limitadas por estereotipos y roles de género tradicionales que no les permiten desarrollar sus habilidades y talentos.
Avances y logros de la participación de las mujeres
A pesar de los desafíos, hay ejemplos de avances y logros en la participación de la mujer en comunidades, como:
Liderazgo en las mujeres: lay un creciente número de mujeres en las comunidades que están asumiendo roles de liderazgo en sus comunidades.
Empoderamiento económico: las mujeres indígenas están desarrollando iniciativas económicas, como la producción de artesanías y la agricultura, que les permiten generar ingresos y mejorar su calidad de vida.
Defensa de los derechos: las mujeres en las comunidades están defendiendo sus derechos y los de sus comunidades.
Educación y capacitación: las mujeres en las comunidades en la actualidad están accediendo a la educación y la capacitación, lo que les permite desarrollar habilidades y conocimientos que les permiten mejorar su vida y contribuir al desarrollo de sus comunidades.
Participación a un cargo comunitario: las mujeres también participan como parte las autoridades locales, como en este caso, al rededor de temas de aguas.
La participación de las mujeres, caso Bach’en, Chenalhó
Como en la mayoría de las comunidades, para este caso en Bach’en, perteneciente del municipio de Chenalhó, algunos de los retos más importantes que enfrentan las mujeres son los relacionados al acarreo de agua; las mujeres son las actoras principales para que su hogar cuenta con el vital líquido en sus hogares, que, al contar con solo un pozo en la localidad, no alcanza a bastecer toda la comunidad. Por ello, las mujeres han tomado la iniciativa de realizar acciones para incrementar al abastecimiento de agua. Fue en al año 2023 cuando decidieron formar un grupo conformado por 32 personas, en su mayoría mujeres. El objetivo de ello consistió en la construcción de tanques de ferrocemento de 20,000L, que van turnando a manera de tanda. También han ido aportando de manera económica, así como en colaboración con mano de obra de todas, para lo cual a todas les tocó participar en la construcción del tanque de ferrocemento, hasta culminar con las 32 personas. Desde que se organizaron llevan siete sistemas de ferrocemento construidos.
En el mismo año, se acercaron a Cántaro Azul, con quien estuvieron participando en encuentros, así como con la asociación de patronatos de Chenalhó, conocido como la APAMCH. Al valorar la participación que hacían las mujeres, se pudo acceder al programa de Gestión Comunitaria del Agua y Saneamiento, de Cántaro Azul.
Se llevaron a cabo los procesos de la metodología Ka’altik, respetando los pasos y el contexto comunitario, iniciando con la presentación del programa, firma de acta de convenios de colaboración, se realizaron el diagnostico comunitario que nos permitió entender la forma de organización comunitaria y de las problemáticas en tema de agua, asimismo, el plan de acción y recorrido técnico.
Por otro lado, se dio el fortalecimiento de capacidades a un grupo de 32 personas, por medio del acompañamiento del personal social y técnico de Cántaro Azul. Se formaron patronatos, conformados por tres mujeres, la presidenta, secretaria y tesorera. A través de esta formación, se dieron talleres de fortalecimiento como, “los roles de nuestro comité de agua”, “Administración de los recursos” y “sistemas de desinfección”. Esto les permitió organizarse mejor como grupo, a seguir luchando para mejorar el acceso de agua en Bach’en,
Cabe recalcar que las mujeres son las que más valoran el agua y administran su uso, ya que por roles de género que prevalecen, la mayoría, se encargan de las actividades en el hogar, mientras que los hombres trabajan en la producción agrícola. Otros se dedican a otras actividades, ya que se organizan cada familia según la dinámica de trabajos.
Comúnmente en la comunidad son los hombres que se encargan de tomar la responsabilidad de pasar como autoridades, minoritariamente participan mujeres. Sin embargo, esta comunidad permite la participación de mujeres como autoridades. De esta manera, se sigue exhortando que participen mujeres en las asambleas comunitarias, respetando siempre el contexto y reglamentos internos generados en la comunidad.
De esta forma, las mujeres han desempeñado papeles clave en la toma de decisiones en mejorar el acceso de agua, para este caso, captación de agua a través de ferrocemento. Han mostrado liderazgo en la organización, pero también en la administración de recurso, de mano de obra, ya que la comunidad no cuenta con el manantial de agua cerca. Afortunadamente de las 32 personas formadas en el grupo, se priorizaron a las que tenían mayor necesidad (13 personas), con la instalación de sistemas de captación de agua de lluvia, del programa GCAyS, en el que se han motivadas para seguir gestionando necesidades en su localidad.
Anteriormente trataron de captar el agua en temporadas de lluvia, con almacenamiento de 80L y/o 100L pero no son suficientes. La otra alternativa, para abastecer sus necesidades de agua, es pagar fletes a través de vehículos Tsuru, que tiene la capacidad de cargar 15 bidones de 20L, y esa agua la llevan desde la cabecera hasta la comunidad de Bach’en. Es un reto por tema de recurso económico ya que el flete les cobra al rededor de $150.00 pesos el tiempo que les dura a tres días. Esperemos que esta instalación de captación de agua de lluvia les permita almacenar mas agua de lo que comúnmente almacenaban y contribuir a mejorar la calidad de vida de las familias.
En conclusión
La participación de las mujeres en comunidades rurales es compleja y varía ampliamente dependiendo del contexto. Sin embargo, existen ejemplos de avances y logros que demuestran el potencial y la capacidad de las mujeres originarias para liderar y contribuir al desarrollo de sus comunidades.