No creo verme en la necesidad de dar explicaciones sobre la importancia del agua. Creo que todos los que estamos aquí comprendemos esa parte con suficiente profundidad. Por lo que en esta ocasión me voy a enfocar en qué es el Derecho Humano al agua (ojo, no he puesto saneamiento de manera deliberada, ese es tema para otro día).
¿Por qué es importante el Derecho Humano al agua? Puede sonar un poco redundante el declarar el agua como un Derecho Humano, ya que se encuentra implícito en el derecho a la vida, a la salud y a la alimentación. Pero, ¿cuánta gente no se va a dormir con hambre, o con alguna enfermedad que no se puede tratar porque no tienen acceso a los servicios de salud necesarios?
Reconocer el Derecho Humano al agua hace más que enfatizar su importancia, establece su prioridad como parte fundamental de los derechos económicos y sociales, obligando a los gobiernos a que lo reconozcan para garantizar su acceso. Pero además ayuda a mantener el foco en el deplorable estado de cómo se maneja el agua en muchas partes del mundo, en la necesidad de referirse a los conflictos por el agua y a resolver dichos conflictos sobre el uso compartido identificando necesidades mínimas indispensables, escuchando a todas las partes interesadas.
¿A qué se refiere el Derecho Humano al agua? A las cantidades indispensables que necesitan las personas para beber, cocinar y realizar labores domésticas fundamentales. ¿Y cuánta agua es eso? Depende del contexto. Es ocioso centrarse en una discusión de cuantos litros son necesarios, ya que este número se deriva de las necesidades personales, las características del tipo de acceso que se tiene, las particularidades de la relación que tiene cada sociedad con el líquido, entre otras cosas. De nada sirve decir que un hogar necesita equis litros de agua al día si no sabemos cuál es el uso que se le da al agua.
Si me tuviera que enfocar en qué es lo necesario para el cumplimiento del Derecho Humano al agua me centraría en cinco cosas.
Disponibilidad: básicamente significa que debe de existir el agua todo el tiempo.
Acceso: que no represente un esfuerzo hacerse del agua que es necesaria y que no haya obstáculos físicos o sociales para hacerse del recurso.
Suficiencia: que la cantidad a la que se tiene acceso cumpla con mis necesidades.
Asequibilidad: que los recursos que invierto en obtener agua no impacte en mi habilidad de obtener otras cosas indispensables, como comida, techo o salud.
Calidad: que el agua que se obtiene no represente un riesgo para la salud.
Son cosas simples, nada difíciles de entender, pero muy difíciles de cumplir.