Desde San Cristóbal de las Casas, comenzamos… Lo dije más de medio centenar de veces para grabar el Noti Cántaro de cada lunes. Lo decía con emoción y orgullo de lo que significa ser parte de este hermoso equipo. Ser Cántar@.
El 17 de Octubre de 2022 llegué, desde Ciudad de México (CDMX), para formar parte del Círculo de Comunicación y así generar una estrategia que vinculara más a Cántaro Azul con los medios de información, que con el monitoreo de medios pudiera haber una lectura más inmediata de lo que ocurría en el sector hídrico, tener el pulso informativo para tomar una postura ante lo que pasa o no con leyes, programas, presupuestos, entre otros.
También, llegué con la intención de generar un vínculo de comunicación entre las comunidades, la sociedad, las y los actores clave mediante algún artículo, video, entrevistas, etcétera. Mi idea siempre fue la de aportar.
La verdad es que esa estrategia, “Comunicar para incidir”, me vinculó más fuerte con la sociedad, con el trabajo de campo, con el ir y venir que hay en las zonas rurales e indígenas para tener acceso al agua.
Me hizo potenciar la fuerza que tiene la organización. Admirar a mis compañeros que, además del gran trabajo de articulación que hacen, nos regalan su voz en tseltal o tsotsil para entender las ideas, problemáticas, los procesos y las propuestas en las comunidades, a través del Programa NuestraAgua Gestión Comunitaria.
Reafirmé la capacidad de cambio que tienen las infancias y las adolescencias, pero sobre todo, la fuerza y el ánimo con el que se desempeñan mis compañeros en el Programa de Agua Segura en Escuelas.
La participación en la organización de los Encuentros por el Agua me ayudó a entender los procesos de logística, creatividad, participación, compromiso, la intensidad que alcanza este tipo de eventos. Debo admitir que, desde donde estoy ahora, me ha servido de referencia para organizar mi primera conferencia de prensa.
La curva de aprendizaje fue extraña pues yo venía de un sistema jerárquico, en el que había apertura creativa, pero era totalmente diferente de lo que es la holocracia. Entonces, había llegado a un espacio en donde mis aportaciones iban más allá de una sugerencia y/o propuesta, y eso lo agradeceré infinitamente.
En síntesis, Cántaro Azul ha sido un espacio de crecimiento profesional, de nuevos aprendizajes en lo tecnológico y lo humano. De sentir que podemos seguir trabajando con un compromiso social. De respeto, de risas y entrañables amigas y amigos.
Regresé a la CDMX por cuestiones personales y profesionales, con la idea de seguir contribuyendo desde mi nueva trinchera, en la que he hablado de este gran proyecto desde el día uno. Atenta a cualquier cosa en la que pudiera colaborar, reitero toda mi admiración, respeto y gratitud por haberme cobijado en San Cristóbal de Las Casas, y haberme permitido recorrer las comunidades rurales e indígenas de Chiapas.