Tenejapa es un municipio con 48 162 habitantes, de acuerdo a datos de INEGI (2020) comprende 65 comunidades, la mayoría hablante del idioma tseltal. Chenalhó tiene 47 371 habitantes y 144 comunidades, la mayoría hablante del idioma tsotsil. Ambos pertenecen a la región Altos Tseltal-Tsotsil.
Estos municipios se encuentran en la subcuenca del río Chacté, Tenejapa dividida por dos microcuencas; río Balún Canal y río Yochib. Chenalhó está dividida por cuatro microcuencas; río San Pedro, río Los Chorros, río Yaxgemél y río Mashiló.
El territorio por naturaleza cuenta con ríos superficiales, de los cuales ojos de agua/manantiales se alimentan. Gracias a esta interacción con la cuenca, las comunidades se pueden abastecer del preciado líquido. Sin embargo, la privatización de estas fuentes de agua, por estar en propiedades privadas y el excesivo costo que estos tienen por el derecho de paso o acceso, es lo que ha ocasionado que muchas comunidades no cuenten con la disponibilidad del agua, por lo que optan por alternativas como el acarreo de agua y la captación de agua de lluvia, mismas que son limitadas por la distancia, esfuerzo físico y la falta de insumos para el almacenamiento.
Por otro lado, la vegetación del territorio es muy importante para alimentar la recarga de las fuentes de agua. Una de las actividades principales que ejercen las comunidades como fuente de alimento o comercio son el cultivo de maíz, café, frijol, calabaza, entre otros, transformando áreas de vegetación en áreas de cultivo.
El impacto que tiene la remoción de la cobertura vegetal en las cuencas tiene que ver con la disminución de la capacidad de infiltración del agua, así como el incremento en la erosión del suelo, cuya pérdida de su capa superficial, la cual provee a las plantas los nutrientes necesarios, afecta directamente en la disminución de la productividad del suelo, y acentuando otros fenómenos importantes como la sequía o inundaciones.
Una alternativa para la recuperación de la cobertura vegetal es la reforestación, y esta debe realizarse en las zonas deforestadas estratégicas y de recarga, que permiten la conservación de las cuencas, abonando a la restauración, retención de los suelos y a la fertilidad para la producción de cultivos, así como la del ciclo hídrico, permitiendo la captación del agua de lluvia y la infiltración a los mantos acuíferos.
Es por ello que, desde Cántaro Azul en alianza con la organización Na Bolom, a través del área de Cambio Climático, impulsamos la reforestación con las comunidades que son parte de la Gestión Comunitaria del Agua y el Saneamiento, basado principalmente en el interés de las comunidades, desde la apropiación, sensibilización y concientización en el tema.
Primeramente, se contó con la solicitud y cantidad de árboles requeridas por comunidad, asumiendo el compromiso de recepcionar los árboles desde el vivero, sembrar, cuidar y evaluar la supervivencia de los mismos. Na Bolom donó un total de 6 300 árboles forestales nativos de la región, 3 330 árboles de Ailes (Alnus acuminata) y 500 de roble (Quercus crispipilis); de los cuales, 3 800 fueron distribuidos en tres comunidades de Tenejapa (Cinco de Abril, Santa Cruz y Ococh); y 2 500 árboles (2000 de Acer negundo y 500 de Pinus Montezumae) en 14 comunidades de Chenalhó (Canolal, Poconichim, Bachen de Poconichim, Centro Nuevo Yibeljoj, San José Majomut, Tzabalhó, Chimix Tres, Shunuch, Naranjatic Alto, Natividad, Takiukum, Las Limas, Vayúm Vakaxtik, Chojolhó, Bajoveltic).
Previo a la entrega de los árboles, se llevaron a cabo talleres teórico-práctico sobre la importancia de la reforestación con el método de terrazas, óptimo para las diferentes pendientes con las que cuenta el territorio, con el objetivo de disminuir los flujos de agua y permitir la infiltración, frenar la erosión y contribuir a la conservación del suelo.
Posteriormente, en el mes de junio del presente año, dimos inicio con la gran y esperada reforestación, al mismo tiempo en que iniciaban las lluvias. Acompañamos a las comunidades Cinco de Abril, Santa Cruz, Ococh, Centro Nuevo Yibeljoj y Bachen de Poconichim en la recepción y siembra de los arbolitos, donde las familias se sumaron a esta acción, además de otras personas voluntarias para apoyar a las comunidades en esta labor. En el caso de la comunidad de Ococh, la reforestación se realizó en las escuelas, donde los comités del agua y de otros cargos en la comunidad se sumaron para realizar dicha siembra.
La experiencia en la reforestación fue muy enriquecedora y contó con buena participación por parte de las comunidades al igual que como organizaciones acompañantes, el contribuir en esta acción fue muy motivante y enriquecedora.
Desde Cántaro Azul y en conjunto con Na Bolom y otras alianzas, se desea continuar impulsando la conservación de las cuencas, el fortalecimiento de los ecosistemas locales, incluyendo prácticas tradicionales que ayuden a la conservación de la tierra y los recursos hídricos, así como el mejoramiento en la calidad de vida de las personas. Así también, se dará el seguimiento y continuidad a la reforestación como un proceso continuo que requiere de esfuerzo y apoyo.
Todas estas acciones fortalecen a la Gestión Comunitaria del Agua y el Saneamiento, es importante involucrar a las nuevas generaciones para que participen activamente en esta tarea para conservar nuestra naturaleza.
Hacemos un llamado a la acción para que las autoridades, organizaciones y ciudadanos de Tenejapa y Chenalhó se sumen a la participación en los proyectos de reforestación y conservación para garantizar un futuro sostenible.
