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María de Lourdes Poo Ramírez

Vivenciando y escuchando: experiencias en la microcuenca del río La Suiza (Parte 2)




(Si quieres leer la 1a parte: https://acortar.link/CoRslr)


Otro tema que decidieron tomar en cuenta fue lo relacionado al crecimiento poblacional, ya que es muy importante pensar a futuro, se preguntaron ¿Cuántas personas habitan hoy en la comunidad? ¿Cuántos van a ser en los próximos 5, 10, 20 años, así como las necesidades que se van a tener? ¿Cuánto alimento se va a necesitar? ¿Cuánta agua estamos requiriendo y cuánta más vamos a necesitar en los siguientes años? Esta es la reflexión que nos invitan a realizar, preguntarnos ¿Qué debemos considerar para trabajar por la conservación de la naturaleza? ¿Cómo debemos hacerlo? Y ¿Qué se necesita para tomar las medidas necesarias.


Un punto importante señalado para el análisis y la planeación, es la necesidad de tener claridad sobre el origen de la fuente de agua, desde su zona de recarga y todos los aspectos del espacio donde se ubica. Si nosotros preguntamos a cualquiera ¿De dónde viene el agua? las personas por lo general se confunden y la respuesta puede ser muy simple: viene de la llave, del Rotoplas, del cielo. La verdadera respuesta es que el agua algunas veces viene del aljibe, o del pozo o manantial de la comunidad, pero muchas veces está mucho más lejos, incluso en otra comunidad o municipio.


Por lo anterior, al hablar del agua y su fuente debemos abrir el panorama, el paisaje general donde se encuentra la comunidad que nos interesa, pero también todo lo que la rodea, con quienes colinda, qué tipo de propiedad son, a qué están dedicadas, es decir, todas las características naturales, sociales y ambientales que componen a la cuenca hidrográfica a que pertenecen. Esta perspectiva debe estar en la mirada del patronato, en la mirada del facilitador, para no solo buscar resolver lo inmediato, ya que el uso indiscriminado de este territorio generará problemas para el futuro.


Así también, es importante reconocer la tarea y responsabilidades de todos los actores, del patronato, como la del bombero comunitario, que a pesar de lo simple que pueda parecer el cargo, ya que se tiene la creencia que solamente abren y cierran las válvulas, realmente es una gran responsabilidad. Por esto los acuerdos deben ser avalados por la asamblea, comprometerse y acompañar a los integrantes en sus roles, no dejarlos solos, ya que para el funcionamiento del sistema se necesita de una responsabilidad compartida.


Con este conocimiento, los patronatos deberán y serán capaces de crear un plan de trabajo hídrico para su comunidad y su cuenca, identificando todas sus características. Hay que cambiar la idea de que el patronato de agua es el único responsable de dar agua, y cuando no hay agua se les acusa y se le reclama, cuando en la realidad debe existir una corresponsabilidad entre el patronato y los demás habitantes de la comunidad.


Por lo tanto, el Grupo Intercomunitario de Acción Territorial (GIAT), nos recomienda sensibilizar a los patronatos de agua, ya que deben tener el conocimiento y la comprensión de que su papel representa una enorme responsabilidad, que los integrantes del patronato deben tener verdaderamente vocación de servir, teniendo los objetivos claros para poder superar todos los obstáculos que seguramente encontrarán en el camino, superando incluso el impulso de abandonar el plan de trabajo o proyecto.

Otro problema que vivieron en la microcuenca del río La Suiza, y nos compartieron, es que cuando se habla del proyecto, los habitantes usualmente quieren saber que se le va a dar, especialmente piden dinero o insumos que les puedan generar una retribución económica inmediata, creando una respuesta de participación positiva únicamente cuando reciben algún beneficio en físico o material. Esta dinámica debe de cambiar, ya que es una herencia clara del paternalismo gubernamental que ha hecho mucho daño.


Ya no se puede seguir repitiendo este patrón, se necesita cambiar el enfoque para que las acciones sean realmente valoradas y cuidadas para el futuro. Se propone que, para realizar un cambio se pueden hacer y responderse estas preguntas en consenso con todos los actores: ¿Qué tenemos? ¿Qué podemos proveer? ¿Qué podemos hacer? ¿Cuál es nuestro objetivo? ¿A dónde acudir en busca de apoyo y aliados? en vez de ¿Qué me traes? ¿Qué me vas a dar?


Otro gran problema es el trabajo desarticulado que se tiene en las comunidades, unos dicen una cosa y otros afirman lo contrario. Es por eso que se necesita una mejor organización en las asambleas, las organizaciones y dependencias que llegan a trabajar en una zona. Para que exista congruencia entre todos.


Finalmente nos remarcaron que el trabajo no es de un año, los resultados no son inmediatos, se requiere esfuerzo y dedicación. Hoy se puede decir que estos 6 ejidos que componen el Grupo Intercomunitario de Acción Territorial en la microcuenca del río La Suiza, son un referente, cuyos logros a remarcar, desde mi perspectiva, son los siguientes:


1) Realizan la gestión integrada y articulada del desarrollo en sus territorios, e influyen entre sus vecinos. Cuentan con una estructura asociativa de 6 comunidades.


2) Consideran que la cuenca hidrográfica es su unidad de planeación y acción.


3) Tienen un proceso de planeación que toma en cuenta la situación integral de las familias y las localidades, los medios de vida, así como los recursos naturales con que cuentan


4) Toman en cuenta las necesidades de mejora y capacitación, y realizan la búsqueda de alternativas mediante la gestión y movilización para lograr el financiamiento y/o asesoría que les permita garantizar la continuidad de sus acciones y planes.


Así fue como terminamos 2 días completos de intenso trabajo, muchas pláticas, recorrido por las parcelas y demostración de tecnologías alternativas (baños secos, lombricomposta, huerto ecológico, barreras vivas para el mejoramiento de los suelos, calidad y purificación del agua, etc.), así como actividades culturales con la compañía de títeres y danza de la Biosfera del Triunfo, que motivan a la conservación y concientización del medio ambiente tanto a niños como adultos. Actividades que nos movieron a todos, nos hicieron pensar, motivar y regresarnos con muchas cosas en la cabeza para poder replicar en nuestros trabajos. No todo será posible realizar en el corto plazo, pero debemos comenzar con algo para motivar y sensibilizar a todos los actores donde tenemos trabajos de gestión comunitaria del agua y el saneamiento


Cada uno de los y las participantes fue agradeciendo y comentando sus impresiones y las dificultades y retos que este trabajo indudablemente conlleva, pero eso sí, el entusiasmo y convencimiento por parte de todos de hacer algo por el agua, siempre se manifestó.





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